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domingo, 29 de mayo de 2011

Andamio "Compartir conocimiento"



Ideas poderosas
Notas  para debatir en el foro
1
Compartir conocimiento
En todo el mundo hay talento que no debe perderse
2
Las escuelas no son islas sino nodos de red.
Son puntos conectados con otros.
Podemos funcionar como una red de ayuda mutua.
El aislamiento de las escuelas no tiene sentido.
3
El conocimiento es un bien público, un derecho.
El conocimiento no es sólo una mercancía
El conocimiento es creado con nuestros impuestos, por lo tanto ya pagamos por él.
Si el conocimiento no es compartido es un urto.
4
Las barreras para el cambio no son tecnológicas sino actitudinales.
Las sinergias mentales de nosotros mismos.
El cambio de mentalidad va mucho más despacio
Hábitos que poco a poco van cambiando nuestra manera de pensar.
5
No sólo somos consumidores o usuarios; todos somos creadores.
Todo mundo puede enseñar algo interesante.
6
Compartir no basta; construir juntos humaniza.
Somos generación que construye.
Personas que no se conocen colaboran para un fin.
7
¿Cuál es el espíritu con el que se construye el software libre?
No es software gratis.
Cumple las cuatro libertades básicas.
Si se compartimos lo que sabemos todos seremos más ricos.



jueves, 26 de mayo de 2011

La Web 2.0

Mi confrontación con la docencia


El presente escrito representa una reflexión sobre el trabajo realizado en el primer módulo de la especialidad en Competencias Docentes.
Mi nombre es Coral Selene Pizarro y soy Ingeniero Industrial con Diplomado en Informática e Ingles y a continuación les muestro un breve relato de mi confrontación con la docencia.
En 1991 terminando mis estudios profesionales y cuando aun no se celebraba ni siquiera mi ceremonia de graduación del tecnológico se me presento una oportunidad: la de ser maestra del Cetis de mi ciudad. ¿Por qué acepte este empleo si nunca pasó por mi mente ser maestra?
No puedo decir que después de un análisis concienzudo tome la decisión, seria mentira. La verdad solo me presente en la escuela (enseguida de la mía) y tras una breve e informal entrevista pase a formar parte de la planta docente. No fui resultado de una exhaustiva selección, simplemente   el CETis necesitaba egresados del tecnológico con titulo por promedio y, modestia aparte, yo era una de los únicos tres que lo tenían.
Apenas con 20  me convertí en maestra de  jóvenes de 17, mi madre mujer sola y trabajadora siempre ingreso a sus hijos a la escuela a muy temprana edad.  Profesionista recién egresada,  totalmente inexperta y sin un gramo de pedagogía inicie mi aventura. Fui una estudiante dedicada y exigente, por lo que me convertí en una maestra exigente.  Me  costaba trabajo ver a un grupo de jóvenes totalmente diferentes a mí  y a lo que yo recordaba de la prepa a la cual  pertenecí. Observaba como en esta escuela los jóvenes, más que preocuparse por aprender, querían socializar, incluso con los maestros, cosa que nunca observe en mi fría y absorbente escuela preparatoria.
Así comenzó mi gran aventura, aprendiendo a enseñar.  Como casi todos lo que ingresamos a la docencia, no recibía una remuneración económica envidiable, pero lo que si era realmente satisfactorio era compartir mis conocimientos con un grupo de jóvenes que, aunque en su mayoría desinteresados, al fin adolescentes, aprendían a pesar de todo, contra viento y marea.
Como muchos  de mis compañeros empecé a percibir carencias: la infraestructura de la escuela no cumplía satisfactoriamente las necesidades para impartir las clases, los grupos eran demasiado numerosos y no todos los alumnos alcanzaban computadoras. Por otro lado, yo docente nueva carecía de las técnicas adecuadas, además los docentes antiguos mostraban tanta seguridad que rayaba en la prepotencia. Obvio que ellos elegían las materias y horarios deseados, y yo tenía que impartir cualquier materia que quedara después de ese inequitativo reparto. Eso me ayudo a dominar diferentes materias,  algo muy positivo, pero por otro lado no sacaba a los antiguos docentes de su área de confort. No prosperaban. Esto aunado a un grupo de jóvenes con diversos problemas no solo económicos sino también familiares y psicológicos, sin contar que en  lo general muestran desinterés por destacarse académicamente, solo  lo necesario para aprobar.
Ante la ansiedad característica de todo nuevo docente y esa necesidad de innovar en cada nueva materia,  pase un periodo de adaptación, como dice José Manuel Esteve, un proceso de aprendizaje, un proceso a prueba y error.
 Lo que se llama “el malestar docente” lo hemos vivido casi todos los profesionistas a los que la vida nos ha llevado por este camino. No dudo que haya maestros de vocación obligados a ser ingenieros y que luego realizaran su sueño al ser contratados en alguna escuela, pero, la mayoría de los casos, corresponde a una situación completamente contraria. Me decía un compañero de la escuela a la que pertenezco, “quienes nos dedicamos a la docencia somos profesionistas frustrados, porque si hubiésemos querido terminar como maestros, hubiésemos estudiado para ello”. Me costo en su momento contradecirlo, es más, creo que en parte estaba de acuerdo.  Seguramente ese análisis tenía su verdad, pero solo en parte.
Cuando debemos elegir que profesión estudiar la mayoría de nosotros nos quedamos con lo que nuestros recursos permiten, lo que haya en la localidad, lo que no implique gran costo económico. Además, somos tan jóvenes que no estamos seguros si ser médicos o maestros, ingenieros o licenciados, totalmente desubicados. Tal vez la vida nos llevo a la docencia porque eso era realmente lo que debíamos ser. Las satisfacciones del docente son muchas,  es una profesión ambivalente, lo mismo causa ansiedad que pasión, lo primero al enfrentar a una clase desinteresada y aburrida y lo segundo al ver a los alumnos lograr el aprendizaje.  Sin duda, esa era y es la mayor satisfacción, el ver a los jóvenes aprender, realizarse y vivir su juventud con entusiasmo.
Al paso de tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo, se llega también a ser libre como docente, de ensayar  nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar formas y modificar contenidos convertir cada clase en una aventura.  Ahora comprendo que la escuela puede ser un sitio adónde vamos a aprender, donde compartimos el tiempo, el espacio y el afecto con los demás;  permitiéndoles a los alumnos entenderse a sí mismos y explicarse el mundo que los rodea.
Es necesario enfrentar nuestras necesidades y estar dispuestos a capacitarnos y adaptarnos a los cambios que la educación requiere, debemos tener en claro que la docencia es una gran satisfacción, pero también un gran compromiso. Hoy me percibo como una docente que valora su trabajo, que planea su clase, que se involucra con sus alumnos, que sabe que el pensar y el sentir van de la mano, que sabe que tiene que ser parte de una renovación pedagógica, aprender, dar lo mejor de sí en beneficio de sus estudiantes, sentir orgullo de ser maestra.
Han pasado casi 19 años, muchos cursos, incontables experiencias. Han egresado cientos de jóvenes desde entonces, pero me complazco en decir, que aun y cuando no recuerdo todos los rostros (mucho menos los nombres), cuando encuentro un ex alumno ahora convertido en licenciado, maestro,  contador, empleado, etc. siempre me sonríe y me atrevo a decir que detecto cariño. En ese momento sé que fue mi alumno. La  mente se me esclarece identificando su rostro y en ocasiones hasta su nombre, y sé que el trato que voy a recibir en esa oficina, escuela o negocio será especial, porque siempre seré su maestra, la maestra Coral.

Coral Selene Pizarro

Los saberes de mis estudiantes

Indiscutiblemente la informática es un área de conocimientos que se encuentra en constante cambio. Nuevas  versiones de programas que aparentemente dominamos, surgen constantemente enriqueciendo lo ya conocido y presentándonos novedades que, generalmente, facilitarán los procesos o incluirán nuevas opciones por aprender.
Para ser realistas, muchos jóvenes dominan algunas áreas  mejor que nosotros. Su enorme interés en las redes sociales,  el chat, bajar videos, películas, música o juegos,  los va haciendo diestros en cosas que a los adultos nos llama menos la atención. Además, claro está, de realizar consultas, tareas e investigaciones escolares.
En cuanto a los conocimientos de las TIC que el joven ha adquirido en  el plantel CETis 87, varía según la especialidad. Por supuesto que la especialidad de informática permite un conocimiento más amplio de las mismas. Durante el primer año, aprende a elaborar documentos electrónicos con ayuda del Microsoft Office, que incluye el procesador Word, la hoja de cálculo Excel y el presentador Power Point.  Utiliza el internet para bajar información escrita, imágenes o videos para enriquecer sus documentos o presentaciones.
En segundo año,  las aplicaciones están enfocadas al diseño, por lo que aprende Corel, Flash y a elaborar páginas web, para lo que utiliza Dreamweaver  y HTML.
En el último año, se enfoca principalmente a creación de redes y mantenimiento de las mismas. La aplicación que usan es el Autocad, para el dibujo técnico.
Los jóvenes de la especialidad de Contabilidad utilizan paquetes propios de su carrera, como Nomipaq, Compaq, entre otros y  los jóvenes del área de mantenimiento aprenden Autocad en el último semestre. Pero en general,  aunque la especialidad sea distinta, los jóvenes poseen  en mayor o menor medida,  todos los saberes mencionados al principio y que tanto llaman su atención. No obstante, es obvio que quienes tienen equipo e internet en su casa se volverán más diestros, y esto es una ventaja para todos, no sólo para ellos, ya que son portadores de un conocimiento que se puede compartir.
 Una de las estrategias que he utilizado, es formar equipos de trabajo seleccionando a los jóvenes con mayores habilidades, de manera que compartirán sus conocimientos  con aquellos que no dominan el tema. Estos alumnos además de aumentar su autoestima al saberse con mayor conocimiento, serán recompensados  con la atención y reconocimiento  de sus compañeros,  y además de este reconocimiento, se verán incentivados  en su evaluación  por parte del docente. Otra estrategia es promover la elaboración de presentaciones electrónicas con algún tema de las TIC. Los jóvenes aprenden y a la vez aplican la tecnología, y la verdad, como se ha mencionado, siempre se aprende algo nuevo.

Coral.

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